Sobre el panapén: Las cuatro respuestas

¿Por qué el panapén arribó tan tarde al Caribe (los bananos arribaron a la Española en 1516), si eventualmente el traslado de la pana a esta región del mundo tenía el mismo fin que los bananos: reproducir un comestible de propagación generosa para las poblacionas alimentariamente más frágiles?

¡Aquí van mis respuestas, aunque hay mucahs más!

1.      Mientras los abastos alimentarios básicos  se mantuvieron estables al interior del propio sistema colonial británico (arroz, bacalao, carne salada ("corned beef"), harina de maíz, y grasas, que venían de los grandes productores de las colonias británicas norteamericanas), los ingredientes de las raciones fijas suministradas a los esclavos se mantuvieron relativamente constantes. Cierto es que los esclavistas nunca cumplieron al pie de la letra las obligaciones sobre cantidades, calidad y tipo de comida que decían los reglamentos,  pero la estabilidad del mercado importador no ejerció una presión terminante sobre la seguridad alimentaria entre el siglo XVII y la década de 1780. Cuando la hubo, en parte se resolvía al complementarse con la comida que los propios esclavos cosechaban en sus pequeñas parcelas de provisión (tubérculos, frutas, hortalizas y legumbres). Mientras el mercado alimentario no sufriera un crack determinante, la alimentación esclava no era un problema.

2.      Mientras el infame mercado esclavista lo dominaron los mercaderes ingleses desde principios del siglo 17, a África le arrancaron alrededor de 5.5 millones de seres humanos, de los cuales 2.3 millones llegaron forzadamente a las colonias británicas del Caribe. En el caso particular de Jamaica, la población africana esclavizada pasó de alrededor de 45 mil a principios del siglo XVIII a alrededor de 300 mil al finalizar la centuria. Es decir, en la matemática y en la  lógica administrativa de los hacendados, la reproducción endógena de la población trabajadora esclava en el siglo XVII no fue una urgencia sistémica. Mientras hubiese  oferta estable y esclavitud legal, no había que preocuparse por aprovisionar alimentarimente y metódicamente a la población esclava para  reproducirla. Sólo bastaba con ordenar más mercancía humana.  Pero las cosas cambiarán con la ideología abolicionista del lobby industrial en el Paramento inglés.

Para estos últimos, la esclavitud azucarera era una inversión costosa que no retornaba ganancias. Acelerando el acarreo con locomotoras, y mecanizando la molienda y la evaporación de guarapo con máquinas de vapor,  se iban redirigiendo los activos a máquinas de más precisión y duración, y no a seres humanos de caducidad física fija y a los que, en efecto, había que sostener bien alimentados.

3.      Mientras las 13 colonias británicas no se separaron del impero británico ( algo que venía discutiéndose en el Parlamento inglés desde mediados del siglo XVIII), no se desencajaba la matriz en la que los hacendaos azucareros basaban sus enormes riquezas y poder colonial: un comercio triangular que se basaba en esclavitud africana = producción azúcar barata = venta de azúcar para  elaboración de licores y medicinas en colonias industriales norteamericanas= retornos de ricos dividendos para inversión en compras esclavos  y alimentos para abastecimiento de trabajadores.

4.      Cuando esta matriz se desacopló al comenzar la guerra de independencia de las 13 colonias británicas de Norteamérica,  los hacendados esclavistas comenzaron a poner muchísimo dinero para financiar expediciones científicas  y equipadas al Pacífico Sur  para trasplantar un fruto que les asegurara la supervivencia  de una producción azucarera fundamentada en mano de obra esclava a la que era imprescindible alimentar si se la quería mantener centrada en las tareas azucareras.

Así comenzó la búsqueda del panapén, el fruto que los hacendados, inspirados en un «altruismo egoísta» como justificación antiabolcionista, consideraban como el  salvador de la seguridad alimentaria de quienes le producían las enormes riquezas: los esclavos

Las primeras expediciones para traer el panapén se las cuento en pronto. Pero antes permítanme cumplir con varias  citas médicas y compromisos de salud.

Un abrazote;

Cruz Miguel

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El árbol del pan: ¿por qué llegó al Caribe tan tarde?